Se dice popularmente que la mayoría de los españoles han escrito un libro. Esta afirmación no parece estar de acuerdo con las estadísticas presentadas por las editoriales de nuestro país, que informan de la poca compra y lectura de libros. Sin embargo, abundan las editoriales llamadas de "co-edición" que atienden la creciente demanda de estos escritores noveles para poder lograr que sus trabajos se publiquen.
Las condiciones generales de estas editoriales son siempre que se hacen cargo de una parte de los gastos de la edición, un 20-30-o 50 por ciento y el resto lo debe pagar el autor. Existe también otra fórmula, y es que en la presentación del libro, el autor debe comprar un mínimo de 100 ejemplares con un descuento del 10 por ciento del precio de venta al público.
Algunas, exigen primero conocer el libro para valorar su contenido, aunque lo importante para la mayoría de ellas, es poder obtener un cliente.
Es comprensible hasta cierto punto, el planteamiento de comodidad y la carencia de riesgo por parte de las mismas, ya que son empresas que buscan sólo beneficios y también razonable por parte de estos autores sin ningún historial profesional que los avale, que pagen por ver su libro publicado. Sin embargo, en mi modesta opinión, al no existir ninguna distinción que especifique esta clase de publicaciones, se puede crear una confusion entre los lectores y aficionados que no comprueben la trayectoria profesional de sus autores, que además de perjudicar la calidad y novedad de los libros y autores profesionales, que cuentan con la adecuada exigencia editorial, merecerían mayor atención y ayuda por parte de estas empresas para realizar su publicación, al comprobar la valía del contenido.
Todo ello, podría contribuir primero: a evitar la gran abundancia de publicaciones que existen sobre el mismo tema como ocurre en el Arte Flamenco (libros, partituras y métodos) de autores sin trayectoria profesional y segundo, a que las ediciones que se realicen tengan una mayor calidad literaria o musical para que los posibles compradores estén seguros de adquirir un libro de un correcto nivel didáctico o de esparcimiento, según sea de narrativa, poético o musical.
lunes, 18 de julio de 2011
jueves, 7 de julio de 2011
"Historial profesional"
El historial profesional de un guitarrista flamenco se basa en los estudios, actuaciones, grabaciones y publicaciones realizadas y en las críticas, distinciones y premios conseguidos durante su trayectoria profesional.
Las aptitudes personales como: buen oído, ritmo y destreza técnica son muy importantes, pero sí éstas no se desarrollan con estudios progresivos, conocimientos musicales y una práctica que facilite acumular experiencia en saber acompañar al cante y al baile, la formación profesional queda incompleta.
Concertista, es el guitarrista que sobresale en la ejecución de este isntrumento y se dedica a dar conciertos en teatros, salas de concierto y centros culturales.
Compositor, es el instrumentista que crea y escribe obras musicales porque domina la técnica musical y posee el grado de imaginación y sensibilidada necesaria para expresar ideas y sentimientos personales.
Para el concertista, la técnica, el buen sonido y una interpretación más que correcta son imprescindibles. Para el compositor, la inspiración y formación son inseparables, ya que si se carece de alguna de ellas, la composición resulta incompleta, porque sin inspiración la obra es insulsa y sin formación, incorrecta.
Actualmente la abundancia de guitarristas flamencos que existe es considerable. Los discos, vídeos, libros y partituras que nutren el mercado ha contribuido a ello de forma eficaz. Sin embargo, llama la atención que una gran mayoría de ellos se anuncien como "concertistas y compositores" sin aportar estudios, actuaciones ni críticas". Patrocinar los propios discos o publicaciones no es una garantia fiable de la adecuada formación técnica-musical de estos guitarristas, ni tampoco de su correcto comportamiento personal.
La inexistencia durante muchos años de una titularidad de estudios oficiales para el guitarrista flamenco y la exigua actual, hace propicio que abunde la picaresca en la publicidad de la enseñanza y repertorio en discos, vídeos, libros y partituras. Por ello, los propios aficionados son los que deben saber seleccionar a los adecuados profesores y también a los productos musicales que compran para obtener la correcta formación que les permita alcanzar un óptimo aprendizaje y el deleite de leer los oportunos libros y oír las excelentes interpretaciones y composiciones de los buenos guitarristas.
El apoyo personal de cada uno, puede contribuir a que la guitarra flamenca y sus intérpretes profesionales, sigan gozando de la importancia musical mundial que poco a poco se ha logrado hasta la actualidad como es mi sincero deseo.
Las aptitudes personales como: buen oído, ritmo y destreza técnica son muy importantes, pero sí éstas no se desarrollan con estudios progresivos, conocimientos musicales y una práctica que facilite acumular experiencia en saber acompañar al cante y al baile, la formación profesional queda incompleta.
Concertista, es el guitarrista que sobresale en la ejecución de este isntrumento y se dedica a dar conciertos en teatros, salas de concierto y centros culturales.
Compositor, es el instrumentista que crea y escribe obras musicales porque domina la técnica musical y posee el grado de imaginación y sensibilidada necesaria para expresar ideas y sentimientos personales.
Para el concertista, la técnica, el buen sonido y una interpretación más que correcta son imprescindibles. Para el compositor, la inspiración y formación son inseparables, ya que si se carece de alguna de ellas, la composición resulta incompleta, porque sin inspiración la obra es insulsa y sin formación, incorrecta.
Actualmente la abundancia de guitarristas flamencos que existe es considerable. Los discos, vídeos, libros y partituras que nutren el mercado ha contribuido a ello de forma eficaz. Sin embargo, llama la atención que una gran mayoría de ellos se anuncien como "concertistas y compositores" sin aportar estudios, actuaciones ni críticas". Patrocinar los propios discos o publicaciones no es una garantia fiable de la adecuada formación técnica-musical de estos guitarristas, ni tampoco de su correcto comportamiento personal.
La inexistencia durante muchos años de una titularidad de estudios oficiales para el guitarrista flamenco y la exigua actual, hace propicio que abunde la picaresca en la publicidad de la enseñanza y repertorio en discos, vídeos, libros y partituras. Por ello, los propios aficionados son los que deben saber seleccionar a los adecuados profesores y también a los productos musicales que compran para obtener la correcta formación que les permita alcanzar un óptimo aprendizaje y el deleite de leer los oportunos libros y oír las excelentes interpretaciones y composiciones de los buenos guitarristas.
El apoyo personal de cada uno, puede contribuir a que la guitarra flamenca y sus intérpretes profesionales, sigan gozando de la importancia musical mundial que poco a poco se ha logrado hasta la actualidad como es mi sincero deseo.
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