miércoles, 27 de abril de 2011

Las profesiones

La tradición oral como parte de la parte histórica popular nos desvela que en épocas anteriores algunas profesiones en sus inicios no contaban con la consideración y aprecio de los diferentes estamentos de la Sociedad.

Por citar algunas, a los médicos se les llamaba"matasanos"; a los abogados "picapleitos"; a los banqueros "usureros"; a los periodistas "entrometidos"; a los escritores"chupatintas"; a los pìntores"bohemios"; a los actores"trotamundos o comediantes"; a los artistas"los sin oficio ni beneficio"; a los músicos" hambre y miseria"; a los maestros"pan y cebolla"; a los cantaores "enfermos de la barriga" y a los guitarristas"rascatripas".

Hoy en día, la casi totalidad de estas profesiones se han desprendido de estas calificaciones despreciativas y han logrado que se les trate y mencione con respetoy reconocimiento por la Sociedad.

¿Cómo ha sido posible? La inteligencia y el esfuerzo de estos colectivos para unirse y fundar asosiaciones y entidades que por un lado les protegen y defienden sus intereses y por otro, creando distinciones, premios y publicaciones que les proporcionan una divulgación de prestigio.

¿A qué esperan los artistas flamencos (toque, cante y baile) para reaccionar?

La labor artística individual, loable y considerada en muchas ocasiones, parece que no es suficiente. Por ello, mi deseo y empeño para obtener este reconocimiento y respeto para los guitarristas flamencos ha sido la de desarrollar una labor didáctica dedicada a impartir cursos y conferencias en los conservatorios y centros culturales nacionales y extranjeros y aportar diversas publicaciones musicales del repertorio flamenco con tres libros explicativos de la historia, esquemas del cante y el baile, ejemplos musicales de los diferentes estilos, fotografías de los principales artistas, etcétera, así como la de solicitar en reiteradas ocasiones al Ministerio de Educación la incorporación de esta asignatura en la enseñanza oficial de los conservatorios españoles.

Creación, que después de varios años de reuniones y cartas se ha conseguido por parte de este organismo. Sin embargo, su inclusión en estos centros musicales ahora depende de los Directores de los mismos y de la demanda de los aficionados que deseen estudiarla para lograr que ésta sea definitiva.

La voluntad y el deseo pueden existir; pero sin la constancia y el esfuerzo de todos para lograr este cometido unitario, seguiremos siendo como el familiar pobre que se le tolera; pero que no se estima ni valora.