De forma común casi como un simil, se dice que los artistas están expuestos como objetos de arte en un "escaparate" para que el público en general los examine y manifieste su opinión con la valoración personal que les merecen.
La gran dependencia de éstos para lograr su divulganción y reconocimiento hace que acepten ese llamado "escaparate"actuando en teatros, festivales, tablaos, etcétera, con el deseo de obtener poco a poco una merecida fama, pero dependiendo siempre del buen hacer y humor del crítico del momento sin opción a réplica alguna.
No cabe duda que para obtener un justo criterio en cualquier arte o profesión se precisa de unos niveles adecuados de información y formación para disponer de los conocimientos necesarios que permitan establecer un juicio correcto. La opinión o gusto personal sin estos conocimientos, es sólo eso, una expresión personal, pero sin valor alguno para darle crédito. Sin embargo, cuando se escribe u opina en los medos de difusión o en la publicación de un libro, la responsablidad que conlleva a quien lo realiza, exige una veraz información, formación adecuada y la total honestidad.
Saber discernir con adecuado juicio sobre las actuaciones, labor profesional y comportamientos personales de los artistas, depende de la propia sabiduria para comprenderlos y llegado el caso apoyarlos o refutarlos con respeto.
El auge actual del Arte Flamenco y sus artistas recién catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad es un tema interesante para que cualquier persona se sienta atraida para escribir u opinar sobre esta maravillosa manifestación artística y sus profesionales. Sin embargo, la ignorancia es muy atrevida dice un reconocido refrán y en dicho arte campa en muchas ocasiones a su libre albedrío y sin ningún recato. Parece increíble que se pueda escribir emitiendo juicios u opiniones sin poseer un mínimo de información y formación adecuada que avale lo que se escribe o dice. Puede ser comprensible hasta cierto punto, que el parentesco, paisanaje o simpatía hacia ciertos artistas influya en los comentarios o críticas que se promulgan, pero falsear la verdad con conocimiento de causa o por carecer de la información adecuada además de incorrecto es totalmente injusto. Ello, además de demostrar la ignorancia o malicia de la persona que los emite, puede perjudicar seriamente el buen del nombre de este arte y sus profesionales y generar socialmente el criterio del escaso nivel cultural que acompaña a algunos aficionados y críticos de esta maravillosa manifestación artística y musical. Hecho y también responsabilidad, que deberían tener bien presente todos aquellos que deciden manifestar sus comentarios y críticas mediante escritos u opiniones en libros o en los medios de difusión.
domingo, 28 de noviembre de 2010
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