jueves, 10 de abril de 2008

Aficionados

Aficionados

Aficionado es la persona con inclinación, interés o simpatía hacia una especialidad o actividad deportiva, artística, etc. Existen dos grupos bien definidos de aficionados: los activos y los pasivos.
El activo es aquel que se preocupa asistir o participar en todas aquellas manifestaciones que conciernen a su afición y al mismo tiempo trata de enriquecer sus conocimientos sobre la misma mediante lecturas, grabaciones, tomando clases, etc, que amplíen su información y documentación.
El pasivo no se preocupa de todo ello hasta que se produce la celebración de un acto artístico, cultural o deportivo y su puntillo personal le hace exclamar que él es un aficionado de esta o aquella actividad o especialidad.
No se engañen las personas que deseen ser buenos aficionados, el deseo sólo no basta, hace falta documentarse e ir adquiriendo información sobre la materia que a uno le gusta e interesa para poder participar o deleitarse con mejor conocimiento de causa.
Los diferentes libros publicados sobre el Arte Flamenco (historia, biografías, etc) las diversas grabaciones de cante, guitarra y baile, las diversas obras didácticas (métodos y partituras) así como las academias de baile y de guitarra, tanto privadas como públicas y las formadas en Peñas o Casas Regionales, pueden proporcionar gran parte de los conocimientos indispensables para ser un buen aficionado.
Seleccionar significa indagar y analizar. Saber cómo y de qué manera, dependerá de los maestros o fuentes de información a los que uno mismo recurra. Tratar de conocer el prestigio o historial profesional de la persona que puede enseñar o aconsejar es el camino más adecuado y corto.
Los buenos aficionados contribuyen a la conservación, divulgación y evolución del arte, mediante su apoyo moral, personal y económico, asistiendo a las actuaciones, conferencias, cursos y con la compra de revistas, libros, discos, cintas, partituras, etc, de los intérpretes que seleccionen por su reconocida valía. Si exigimos pureza y calidad, la colaboración personal de cada uno es muy necesaria para poderla conseguir.
La aportación de nuestro granito de arena permitirá que el Arte Flamenco, tanto en el terreno profesional como en el del aficionado, cuente con el respeto y prestigio que todos deseamos y merece. Las quejas o lamentaciones poco pueden influir en la divulgación y reconocimiento de la especialidad que constituya nuestra afición. Las empresas discográficas, teatros, salas de conciertos y los diferentes medios de difusión, especialmente la televisión, se rigen por el índice de audiencia para programar y divulgar las actuaciones que tienen mayor resonancia popular. Potenciar las actividades del flamenco y sus artistas dependerá en gran manera del interés y apoyo de los propios aficionados.

Andrés Batista

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